Jueves 4 de Septiembre de 2014
Carta de Lectores.
Que no sé quién sos, cómo te llamás ni dónde vivís.
Sos el pibe que el sábado pasado entre las 19 y 19.30 hs vio a una persona mayor próxima a cumplir 88 años que llegaba a su casa desde un negocio cercano, con una bolsita en la que llevaba lo que necesitaba para su cena.
No sé si la viste salir o la seguiste en la calle muy cerca, apenas una cuadra. Para llegar hasta su puerta desde la vereda hay 5 o más escalones.
En el momento que abría su puerta sacando la llave de su monedero llegaste en una bicicleta transitando en contramano y de un tirón se lo arrebataste. Agradezco a Dios que el tirón no fue tan fuerte como para tirarla al suelo, ya que desde esa altura hubiese sido todo más grave.
Estamos viviendo momentos de violencia en todo el mundo, lo estamos sufriendo.
Pero yo quería preguntarte ¿Qué sentiste en ese momento? ¿No hay en tu familia una persona mayor; tía, abuela que te hiciera pensar en lo que estabas haciendo? No pensaste que lo que te llevabas no era nada comparado con lo que podías haber desencadenado con tu violencia?
¿Qué compraste con ese dinero? No creo que haya sido mucho pero de lo que sí estoy segura, es que muy dentro tuyo aunque no lo quieras admitir, si fue algo para comer o para tomar, le sentiste un sabor distinto: “el sabor de la vergüenza”.
Una vecina.