Viernes 2 de May de 2014
Por el Ing. Agr. Héctor G. Carta.
A partir de la madrugada del domingo 27 de abril, pasé a formar parte del elenco de personas afectadas por la inseguridad. Se violó mi propiedad, hurgaron entre mis cosas y me robaron algunos artículos personales. Tengo que dar a gracias a Dios, que en esta tómbola de la inseguridad, me tocó un robo menor.
Por supuesto que en términos materiales y tomando como medida patrón el contexto en el cual se vive en nuestro país, fue un robo pequeño.
Tuve la fortuna de que sólo revolvieron algunas habitaciones y no hubo daños de significancia en mi casa. Seguramente que debo agradecer a Dios que no hubo lesiones a mi persona o a mi familia. Debo agradecer también a los cacos el comportamiento “civilizado” que me han dispensado.
Desde ya que para mí el costo fue alto ya que la notebook que me sustrajeron tenía información muy valiosa para mi trabajo y como así también cosas personales.
Ninguna de ellas es cotizable en el mercado.
El trauma de que te violen tu casa tampoco cotiza en ninguna Bolsa.
Gratificaré económicamente a quienes aporten información para que pueda recuperar mi notebook Toshiba Satellite L500 y una Tablet Sony Xperia de color negro.
Invito a quienes están vinculados a la venta, reparación y/o mantenimiento de equipos de computación, a que informen a la Policía local, los casos sospechosos de desbloqueo u otras acciones con equipos de esta naturaleza.
Quiero dejar una reflexión final. No se necesita mucha lucidez para suponer que estamos transitando hacia un agravamiento en temas de seguridad, más aún si miramos lo que sucede en otras zonas del país.
Es de esperar que el próximo paso sea una mayor violencia física. La comunidad de 9 de Julio debe dejar de bostezar en estos temas como en otras cuestiones de importancia social.
Es fundamental, que a través de la participación ciudadana y usando los canales que la democracia nos brinda, peticionemos ante quienes corresponden para que se elaboren propuestas que permitan evitar estos problemas.
No hay que ir al remedio sino a la prevención.
Como estas cuestiones son muy complejas, no se debe improvisar sino recurrir a los que saben, a especialistas.
Y hay que recordar que en estas cuestiones, no podemos aplicar los mecanismos de negación social que usamos para esquivar la solución de otros problemas cruciales, viajando a localidades de la región para cubrir lo que no sabemos solucionar acá.
De la inseguridad no nos podremos escapar con la misma facilidad.
Ing. Agr. Héctor G. Carta
DNI 11478530