En estos tiempos donde cada vez más vemos el poco aprecio por la vida humana, la falta de valores y de amor por el prójimo, resulta emocionante comprobar que no todo está perdido.
Durante un mes y medio concurrí al Hospital mañana y tarde ya que un ser muy querido pasó sus últimos días en Terapia y luego en una sala común. En esos momentos, tan difíciles, encontrar dedicación, preocupación y contención de parte de todo el personal, sentir que desarrollan su labor como verdaderos profesionales de la salud, es reconfortante.
Pasados unos días, un apreciado vecino estuvo internado y una vez más mi asombro y reconocimiento, El Dr. Director del Hospital vino varias veces a su domicilio a curar sus heridas y hacer un seguimiento, mientras tanto tramita una cirugía con profesionales de otra institución.
¡Cómo no destacar estos verdaderos ejemplos de vida!
Por eso a todos ellos, como las docentes de antes les regalo un MUY BIEN 10, Felicitado!