Lunes 17 de Marzo de 2014
El auriazul había comenzado en ventaja, pero la visita lo igualó rápidamente y sacó ventajas en el complemento, imponiéndose por 3 a 1.
Patricio Torres acompaña el remate que se va apenas desviado.
El equipo de Camioneros cortó con faltas el buen primer tiempo de Once Tigres.
Nacho Bossio festeja el gol de Once Tigres.
Si bien Once Tigres hizo otra vez un gran partido, jugando en buen nivel –sobre todo en la primera mitad-, cayó ante Camioneros por la primera fecha de la segunda fase del Argentino “B” 2013/2014, por 3 a 1.
Las claves del partido –y del resultado- estuvieron dadas en las ansias de los jóvenes jugadores de Tato Márquez, una distracción que le costó muy cara, y la desesperación de salir a buscar el empate.
El Tigre salió a la cancha con Torres, Márquez, Cepeda, Rezzano e Irusta; Vicente, Azaguate, Ojeda y Espíndola; Hazaña y Bossio, y con la intención de atacar desde el pitazo inicial, mientras que Camioneros, como lo había hecho en la Copa Argentina, se mostró más expectante y decidido a esperar el momento justo para alimentar a sus peligrosos delanteros: Medina y Fisher, que terminaron siendo determinantes.
Tras unos minutos de “estudio”, Once Tigres fue con decisión a buscar el arco visitante, y sobre siete minutos, en una muy buena jugada que se armó de izquierda a derecha, entró solo Franco Vicente, que remató débil, el arquero dio rebote, y en la segunda jugada, Nacho Bossio no perdonó para hacer delirar a un Coqueto con buena concurrencia de público, aunque sin hinchada visitante, por una orden policial que se conoció en la tarde del sábado.
El gol envalentonó a los de Márquez y en la siguiente, otra vez con la misma fórmula, Vicente puso la pelota en el corazón del área chica y no Bossio ni Espíndola llegaron a empujarla.
En el mejor momento auriazul, llegó con su fórmula Camioneros, y facturó.
Un pelotazo largo buscando a Fisher, que peinó el balón, dejó solo a Medina –tan solo que su posición fue dudosa-, y este batió a Patricio Torres para poner el empate.
Desde allí y hasta el final del partido fue el Tigre el que hizo todo el desgaste, buscando siempre, aunque a veces cayendo presa del apuro y la ansiedad.
Recién sobre 27 volvió a generar una clara Once Tigres con un remate de Azaguate abajo, que alcanzó a manotear el arquero de la visita. Dos más tarde volvió a llegar Azaguate con otro remate, y tras el rebote Hazaña elevó mucho su remate.
La última del primer tiempo fue también para el auriazul, con un remate de Lucas Márquez, que dio en la base del palo derecho del arquero “verde”.
La incidencia del juez Pedro Quijano, que volcó la cancha a favor del equipo de Pablo Moyano con fallos arbitarios, fue desgastando al Tigre, que en la segunda parte, además, sentiría el esfuerzo físico.
En los primeros minutos del complemento Once Tigres repitió su falta de fórmulas para quebrar defensas cerradas, y cuando se descuidó en una, lo pagó muy caro con un centro cruzado en el que durmió toda la defensa y Fisher cambió por gol.
Fue y fue el equipo de Tato Márquez en busca del empate, pero ni siquiera con los ingresos de Julio San Miguel, Pablo Cerfoglia e Ignacio Lacarra pudo conseguirlo.
Bossio estuvo cerca en dos oportunidades y también San Miguel con disparos de media distancia.
Cuando poco quedaba para el final, Camioneros volvió a tener otra contra, Medina hizo una gran jugada personal, y cerró el cotejo.
Fue una derrota pero con la frente bien alta para el equipo de 9 de Julio, que mostró muy buen juego en ofensiva, en el primer tiempo, demostrando que a veces la ansiedad de remontar resultados es lo que peor le cae.
Es simplemente el debut ante un equipo de mucha experiencia y casi permanentemente favorecido por los arbitrajes y debe ser tomado como tal en un largo y difícil camino, que recién comienza a recorrerse.