Martes 3 de Junio de 2014
Por Guillermo Blanco.
Aquel 10 de junio de 1914 se corta la luz en la imprenta “El imparcial”, y es como un símbolo de una época trágica de conflictos bélicos, que en este remanso del oeste bonaerense encuentra anticuerpos para apostar por la vida. Aunque pequeña, la formación de un club en un punto ignoto de la tierra no deja de ser una muestra de esperanza mientras la Primera guerra mundial se expande allá lejos y en esta población del interior argentino que acaba de cumplir 50 años, vuelve la luz y el escribano Carlos Ortiz Costa rubrica el acta de inauguración del Club Atlético 9 de Julio.
Son épocas donde los dos apellidos muestran el predominio social de una clase que de a poco se mimetiza con sectores medios que avanzan y encuentran en este tipo de instituciones una manera de afianzar el sentido colectivo de la vida.
Lejos del linaje elitista, Carlos Fernando Izaguirre se transformará en motivador esencial de aquellos primeros tiempos, ya que este nuevejuliense (nacido el 30 de mayo de 1895), jugador-orgullo del club, durante ese mismo 1914 fundacional debutará en la selección argentina de fútbol. En una actividad amateur y de endeblez organizativa, Izaguirre podía jugar en Atlético, y también en Estudiantil Porteño, que ese año fue campeón de la Federación Argentina, y más adelante lo haría en el potente Sportivo Palermo.
“Entreala” o volante por izquierda, Izaguirre jugó 14 partidos en la selección y anotó 7 goles. En el notable libro del periodista marplatense Julio Macías llamado “Quién es quién en la selección argentina” (editorial Corregidor), se informa que “era dúctil y como manejaba bien sus dos perfiles, también podía desempeñarse de ala derecho, como ocurrió varias veces en sus clubes de Buenos Aires. Tenía una gran capacidad ofensiva”. Y prosigue: “En el equipo nacional su campaña fue de ocho años, 10 meses y 9 días, con 5 triunfos, 3 empates y 6 derrotas. La mitad de sus cotejos fueron contra Uruguay, y su promedio de efectividad es realmente bueno. Jugó la Copa América 1919: 3 presencias y 3 g oles. Le convirtió 3 tantos a Brasil –dos de ellos en la tarde del primer enfrentamiento de la historia entre ambos-, 2 a Uruguay y 1 a Paraguay y a Chile”. El histórico encuentro ante Brasil fue el 20 de septiembre de 1914 en Buenos Aires, y Argentina ganó 3 a 0.
AQUELLOS AÑOS…
A comienzos de la década del 20, Atlético 9 de Julio era potencia regional. Y el Vasco Izaguirre, fundamental en el equipo. El 7 de noviembre de 1920 en su cancha de Salta y Lagos (que más adelante pasó a ser de Once Tigres, con tribuna incluida), Atlético venció 2 a 1 a Atlético Casares, con dos goles de Izaguirre. En agosto había jugado dos partidos en 48 horas ante Provincial de La Plata, el primero lo ganó 3 a 1 y el segundo 1 a 0. Un año después de vencer a los casarenses, el domingo 14 de agosto de 1921, empató 1 a 1 con el fortísimo Argentinos de Trenque lauquen, y una semana más tarde superó 2 a 0 a Ferrocarril Oeste de la misma ciudad, con goles de José Siviero (luego hábil maestro con la máquina de escribir) y de Alberto Sinconi. Y el 28 del mismo mes cerró la serie ganándole 1 a 0 a Meridiano Quinto de La Plata.
Uno de los planteles base de aquellos tiempos -asentado en el invalorable archivo del diario El 9 de Julio- lo integraban, además de Izaguirre, los arqueros Alfredo Hayes y Enrique Patrossi, Francisco Benedetti, José Machorlatti, Carlos Martino, Eduardo Prieto, Luis Amosso, Luis Azevedo, Siviero, Sinconi, Rómulo Vaccari (capitán), Julio Arzuaga (más adelante emblema del seleccionado del Oeste) y Oscar Molteni, Con el tiempo llegaron Juan Pagliana, Juan Molteni, Rafael Failache, Justo Ezquerra, el arquero P.J. Callegaro, P. Hornos, Santos Abel de la Plaza (con el tiempo intendente), A. Pereyra, Félix Rotondo y Esteban Núñez, entre otros.
Y la ciudad tenía el honor de que bajaran equipos porteños como Almagro, Compañía General Buenos Aires, Internacional de Olivos, Nacional de Flores, Ferrocarril Pacífico y Sportivo Palermo, acaso el más poderoso de los que llegaban, y donde llegó a actuar Izaguirre. Estaba formado por varios internacionales, como Zumelzú y uno de los hermanos Evaristo (Juan) que triunfaran en Boca.
LOS PRIMEROS
En el lapso de 1907/1929 (cuenta el Archivo de Publicaciones nuevejuliense), la competencia era amistosa, con profunda inserción regional. Los equipos locales eran Atlético 9 de Julio, Atlético y Argentino Liberal de Quiroga, French, 18 de Octubre de El Provincial, La Niña, Libertad, Agustín Alvarez, Juventud Unida, Dennehy, Porteño Naón, Dudignac, Norumbega, Patricios y Fauzón.
Solían medirse con Argentino, F.C Oeste y Atlético de Trenque Lauquen; KDT, Thankamón y Estudiantes de Pehuajó; Atlético, Ceres y Barracas de Carlos Casares; Huracán, Mariano Moreno, Mechita y Porteño, de Bragado; Henderson, Atlético Juninense; Juventud Unida de Los Toldos; Empleados de Comercio de Bolívar; Juventud Unida de Alberti; G.E. Deportivo Buenos Aires y Atlético de Chivilcoy y Compañía General Buenos Aires de Mercedes. Y de La Plata hubo nutridas presencias: Ferrocarril Provincial, Ateneo Policial, Abastense Argentino, Everton y Gutemberg.
Siguiendo el trazo de la ruta 5, una década después brillaría en el firmamento del fútbol nacional Manuel “Nolo” Ferreira, diamante futbolero de Trenque Lauquen, de quien el inolvidable amigo Enrique Escande dejó un testimonio justiciero en un libro llamado “Nolo”. Ferreira jugó el Mundial del ´30 y junto con Izaguirre fueron los máximos valores de la región en el ascendente fútbol argentino.
Izaguirre falleció el 8 de julio de 1975, cuando el Club Atlético 9 de Julio ya era un club líder y que, al cumplir 100 años el próximo 10 de junio, sigue haciendo flamear la bandera de su nombre mimetizado con el de una ciudad a la que pertenece y que lo tiene entre las instituciones más arraigadas.