Jueves 20 de Febrero de 2014
Jueves 22-12-1938. Por Vitamina Rizzi y Gutiérrez.
En 1947, en la pista al aire libre de Yrigoyen 283, se instaló un ring con elementos para ejercitar la práctica del boxeo. Un grupo de jóvenes nuevejulienses comenzaron a entrenarse para competir en este rudo deporte de los puños. Los entusiastas deportistas eran Raúl C. Bai, Eduardo del Barco, Osvaldo Rodríguez, Norberto González, Raúl Atencio, Oscar Joglar, Antonio Moreno, Coco Mariano, Roberto Sánchez, Manuel Tejeiro, Moro, José Carrizo, Aníbal Núñez, Belloni, Antonio Dottori, Carlos Cabrero, Isaías González, ex campeón Provincial 1938 y Héctor Bai, este último arquero de la cuarta división del club, fue también un excelente boxeador que realizaba las peleas de fondo, obtuvo varios triunfos sobre púgiles de la zona y de Buenos Aires. Una de las victorias resonantes fue cuando le ganó por puntos a Kid Rayo del Club Luis Rayo de Capital Federal, en un combate a cinco rounds.
Para mejorar el adiestramiento y conocimiento de los boxeadores locales, se contrató a un ex campeón, Kid Nigro, y otro ex campeón Víctor Castillo traía sus pupilos de Buenos Aires a combatir a 9 de Julio.
Como asimismo, se realizó boxeo profesional, el campeón latinoamericano Rafael Iglesias derrotó por ko al Cordobés Nedo Pelleré. En abril de 1948, visitó esta ciudad el profesional Abel Cestac oriundo de Carlos Casares, pupilo de Luis Angel Firpo, realizó una pelea exhibición con Rafael Iglesias. Cestac hizo sesiones de entrenamiento en el punching ball y bolsa de arena, causando buena impresión entre los aficionados.
En los primeros meses de 1960, en el Micro estadio de básquetbol se realizó un combate de box profesional entre Gargiulo y Guernica del Luna Park de Buenos Aires. El público no dejó terminar la pelea arrojando objetos al ring, porque consideró que no había lucha franca.
En 1969, el boxeador local Néstor Lacarra, propuso a la entidad, organizar festivales boxísticos en el salón cerrado de planta alta de la sede de Yrigoyen 283, formándose una subcomisión presidida por Lacarra y muchos allegados a este deporte. Oscar Ortellado, excelente boxeador local que estaba pasando por un buen momento, realizaba los combates de fondo. De inmediato, se organizó una velada de gran jerarquía, con la visita de una delegación del Luna Park de Buenos Aires, presidida por el Leoncito Juan Aldrovandi y la presentación estelar de Luis Federico Thompson, Miguel Angel Botta y Alberto Carletti, campeones argentinos y este último, campeón sudamericano de peso pesado.