Lunes 5 de Octubre de 2015
“Necesitamos una democracia fuerte y elecciones transparentes, alejar la sombra del fraude para evitar cualquier tipo de sospecha y así cerrar la grieta de 10 años de divisiones, eludir la violencia y enfrentamientos entre hermanos”, señaló el dirigente.
Hoy estamos inmersos en una crisis que empeora día a día. Los productores agropecuarios ya no podemos seguir produciendo, los precios internacionales de todos los commodities incluidos los agropecuarios han caído. La carga impositiva cada vez es mayor llegando hasta el 95% de la renta. Los costos siguen en aumento empujados por la inflación.
Las economías regionales quebraron, y el resto de las producciones tiene los números muy ajustados. El riesgo climático es alto, un pronóstico de Niño fuerte en esta zona no nos trae buenas noticias. Las estructuras necesarias para palearlo no existen o están obsoletas, el plan maestro del río Salado que incluye una gran red de canales no se ha hecho y entonces un “Año Niño” que debería ser sinónimo de altos rindes agrícolas y alta producción, hoy es sinónimo de altos rindes en las lomas, pero bajos y medias lomas inundados, caminos cortados que generan pérdidas de eficiencia y que se expresan en pérdidas económicas en todo el ciclo productivo, desde la siembra hasta mas allá de la cosecha. Y por lo tanto el Niño esta lejísimo de ser sinónimo de alta producción.
Hablando de costos y estructura, el tema del flete es determinante, la distancia a puerto condiciona el resultado de las explotaciones. La red férrea está obsoleta y ha dejado de ser una opción. La red vial también obsoleta se cobra vidas constantemente y no permiten la utilización de transportes más eficientes, por ejemplo los bitrenes.
Un ejemplo real y concreto; existe el riesgo real y latente de que colapse la ruta provincial 65, acá nomás a 40 Km entre 9 Julio y Los Toldos, si esto sucediese los kilómetros de más que deberíamos hacer para llegar a puerto pulverizarían la escasa renta agrícola.
Tampoco hay posibilidades de industrializar la producción, ya que no hay suficiente energía eléctrica y gas para que se establezcan industrias acá, ¡al lado de la producción! Otro ejemplo cercano tenemos en este predio ¡cerró otro tambo! Si bien es simbólico ya que por cuestiones lógicas no funciona todo el año, pero para esta expo a diferencia del las anteriores no logramos conseguir que los proveedores zonales de la infraestructura para que funcione puedan darnos una mano ya que están pasándola mal desde lo económico y financiero, entonces nuestro tambo se suma a los 6000 tambos cerrados desde que se implementó el actual sistema de gobierno.
En cuanto a la ganadería de carne y a la producción porcina hoy en auge, si bien presentan rentabilidad, ésta depende fundamentalmente del precio “pisado” del maíz el cual se va a sembrar cada vez menos por no tener rentabilidad, y si esto continúa la hacienda y los cerdos se quedarán sin su insumo fundamental.
Volviendo al tema impositivo, tenemos como obligación decir que el campo aportó 80.000 millones de dólares en los últimos 10 años solo en concepto de retenciones y si bien se han destinado cifras millonarias a planes sociales, la pobreza alcanza al 30% de nuestros compatriotas (según medición de pobreza de la UCA). También se invirtió en educación, se duplicó lo destinado en términos del PBI llegando al 6% según marca la ley de educación y sin embargo los resultados son iguales o peores.
Para los futuros gobernantes, ¿Qué necesitamos? Claramente necesitamos revertir todo lo antes expuesto, necesitamos un cambio de rumbo. Desde el campo necesitamos un diálogo sincero y fluido para poder planear a largo plazo la Argentina que queremos.
Una Argentina que produzca 160 millones de toneladas de granos en vez de 100 millones. 18.000 millones de litros de leche en vez de 11.000 millones. 20 millones de toneladas de trigo, cuatro veces más que la que necesitamos los argentinos pudiendo exportar el resto al mundo. 5 millones más de toneladas de carne.
Pero para esto necesitamos gas, energía eléctrica, industrias, ¡el plan maestro del Salado! Pero también y más importante aún, necesitamos educación, cultura del trabajo y confianza en nuestros gobernantes.
En el campo no podemos permitir que sigan desapareciendo productores y producciones con sus trabajadores y todo. Las producciones agropecuarias todas, hasta las más industrializadas siguen siendo muy artesanales, se necesitan de muchos trabajadores comprometidos y capacitados y para lograrlo éstas deben ser rentables y estables en el tiempo.
Necesitamos un país de trabajadores, y a partir de aquí podremos ser mucho más eficientes en el combate a la delincuencia, a la corrupción y el flagelo de la droga, siempre apoyándonos en una justicia independiente y eficiente que defienda al ciudadano de bien y castigue al delincuente.
No podemos permitir en nuestro país, tan rico en recursos, quedarnos en la cómoda lógica del asistencialismo en contra del trabajo genuino, en la exportación de productos primarios en contra de la industrialización.
Necesitamos una democracia fuerte y elecciones transparentes, alejar la sombra del fraude para evitar cualquier tipo de sospecha y así cerrar la grieta de 10 años de divisiones, eludir la violencia y enfrentamientos entre hermanos.
¡Qué tengamos certeza que nuestros gobernantes sean los que entre todos elegimos!
Argentina y su campo tienen todos los recursos necesarios para ser una potencia mundial.
No estoy descubriendo nada al decir esto, tenemos la capacidad de alimentar a 700 millones de personas. Podremos exportar alimentos elaborados a muchos países, pero para esto debemos recuperar los molinos, los frigoríficos, y otras industrias que se han cerrado por no querer abrirnos al mundo.
Todo esto atraerá las inversiones y generará muchos puestos de trabajo. Argentina a partir del campo tiene infinitas posibilidades de crecimiento y desarrollo. Si liberamos las trabas podremos volver a sembrar trigo, maíz y pasturas en las proporciones adecuadas para lograr una correcta rotación de cultivos, dejar de ser exclusivamente sojeros y poder aportar materia orgánica al sistema productivo, para tener explotaciones sustentables que preserven y mejoren las características de nuestros suelos.
Las posibilidades están intactas, dependemos del cambio de rumbo: de que el próximo gobierno priorice el trabajo como la mejor asistencia social, que la dignidad e independencia de las personas estén sobre el clientelismo electoral, que las inversiones sean en infraestructura y no en propaganda, que lo lógico sea la diversidad de opinión y no el discurso único, que no haya relatos y haya más realidades, que exista una sincera articulación público-privada, que haya planificación a largo plazo, que se ejecuten en tiempo y forma las acciones programadas y no parches sobre parches en épocas electorales, que se promueva la unión y no la división constante, que valoremos y nos encaminemos hacia un país federal, que haya estabilidad monetaria y no incertidumbre e inflación, que se respete la independencia de los poderes.
Pero por sobre todas las cosas que se premie la Honradez y se castigue con todo el peso de la Ley a la corrupción y a los corruptos. El Papa Francisco dice “la hipocresía es el lenguaje de la corrupción” y también dice “Dios perdona generosamente cada pecado” pero “no perdonala hipocresía, la falsa santidad”, tengámoslo en cuenta sobre todo en épocas de campañas electorales.
Quiero agradecerles a los socios y a la comisión directiva. También agradecer a todos los que han permitido se lleve adelante esta muestra, expositores, cabañas, empresas consignatarias, artistas, escuelas, deportistas, municipio, CRA, CARBAP, IPCVA y en especial a nuestro personal que se pone sobre sus hombros las tareas para que la Rural sea lo que es y que luzca espléndida ¡a pesar de las tormentas!