Sábado 15 de Junio de 2013
Continuará hasta el miércoles 19.
Desde la medianoche de la víspera, comenzó a regir el paro nacional agropecuario que el sector llevará adelante hasta el miércoles 19.
En este marco, no se habrá de comercializar ningún tipo de producto de origen agropecuario, decisión que surge de una ronda de Asambleas realizada por la Mesa de Enlace en distintos puntos del país, en las que se evaluó nuevamente la situación de los productores, quienes coincidieron en la necesidad de generar diálogos con el Gobierno Nacional, el que de todas maneras no depone su actitud de hacer oídos sordos y dividir a las instituciones.
Respecto de la medida de fuerza el presidente de la Sociedad Rural de 9 de Julio, Nicolás Capriroli, reclamó "mayor previsibilidad para el sector" y "recuperar la rentabilidad de algunas producciones y cultivos", entre los que puso como ejemplo saliente al trigo.
Respecto de la posibilidad de que se registre presencia de productores en las rutas, adelantó que se instrumentarán controles de circulación y guías, con presencia en las rutas, pero sin entorpecer la circulación en las mismas.
"Como es de dominio público, desde el Gobierno Nacional sigue sin haber respuestas para la Mesa de Enlace, que sigue propiciando un encuentro con las autoridades nacionales, que continúan haciendo oídos sordos a nuestros reclamos", señaló asimismo Capriroli.
"Los precios de las góndolas del supermercado son altísimos, y en este contexto se ven perjudicados no solamente los consumidores, sino también los productores agropecuarios", agregó, reconociendo que si bien ésta es una medida "desagradable para todos, no nos quedan demasiadas alternativas ante la falta de respuestas de parte de las autoridades".
"La medida de fuerza regirá para carnes, granos y alimentos no perecederos", recalcó finalmente.
Por su parte, el dirigente ruralista Luis Vanina, expresó que "el campo está cada vez más encerrado y aislado, a tal punto que no sabemos si a fines del presente año se contará con el stock necesario de trigo como para abastecer la mesa de los argentinos; lo que naturalmente surge de las medidas de restricción de exportaciones y distorsión de precios, lo que contrasta con el discurso de que la medida apuntaba precisamente a satisfacer un mejor consumo en el mercado interno".
