Jueves 28 de Octubre de 2021
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“Se denominará Nueve de Julio”
Todavía estaba oscuro cuando las tropas empezaron a moverse. La travesía era conocida, las Tres Lagunas eran un punto clave para todos los baquianos.
Después de 4 o 5 horas de marcha el sudor empieza a molestar. Los hombres se secan la frente con las mangas, las bestias regulan sus energías.
Más de 10 leguas para llegar desde el cuartel de Bragado hasta instalar el nuevo campamento a pocos metros de la laguna central, esa que hoy conocemos como la del Parque Gral. San Martín. Ya está oscuro, pero sigue siendo 27 de octubre de 1863.
El coronel ordenó que otras tropas se le sumen, quiere que el avance sea definitivo, que el campamento militar se transforme en pueblo.
El plan incluye dos horneros para fabricar ladrillos, comerciantes para que se establezcan, y unos 1100 soldados para evitar cualquier atropello.
Un mes después la cosa va tomando forma, ya hay potrero, y un comercio construido con madera y barro. Los hornos siguen apagados, resta traer algunos materiales desde Bragado.
Potreros, cuarteles, habitaciones, la manzana compuesta por las actuales calles Salta
- Edison - Catamarca - Entre Ríos, es el corazón del nuevo pueblo.
Todos están entusiasmados, esperan quemar cientos de miles de ladrillos para febrero, y la decisión de instalarse es irrevocable.
De vedia le escribe varias cartas a su cuñado, el presidente Bartolomé Mitre, le cuenta los avances, las ideas y los planes que tiene. Tenemos “sobrados brazos, nos escasean las herramientas” le dice, mientras le pide que influya para decretar la creación del nuevo pueblo.
El gobernador de la provincia es Mariano Saavedra, hijo del famoso Cornelio, y el 12 de febrero decreta al fin la creación “de un nuevo pueblo que se denominará Nueve de Julio.”
Cumplida la formalidad siguen los trabajos con intensidad, todo avanza, y en mayo llega un agrimensor, Vaschetti. El profesional demarca el pueblo tomando como centro la actual Plaza Belgrano.
Son tantos los pedidos que tiene para que les asignen lotes frente a la plaza que no puede cumplir. Entonces toma una decisión que marcará la fisonomía del pueblo por siempre. Amplía la plaza a dos manzanas, para que todos puedan tener el lote a su frente.
Las dos avenidas que la circunden se llamarán Buenos Aires y Montevideo, en honor a la cuna de Mayo y en recuerdo de los años de exilio en Uruguay durante el rosismo.
Un puñado de años después ya se cuentan 3045 habitantes, mitad argentinos mitad inmigrantes, el desarrollo es imparable.
La Argentina era un conjunto de poblados desconectados entre sí, casi sin escuelas, envuelta en el atraso producto de luchas y enfrentamientos civiles por décadas.
Pero con la paz y la constitución se empezaron a crear escuelas, pueblos, las leyes se respetaban. Finalmente llegó el tren, símbolo de progreso y trabajo. El 25 de noviembre de 1883, 20 años después del primer campamento de Julio de Vedia, el gobernador Dardo Rocha demoró apenas 8 horas en llegar desde la estación Once a Nueve de Julio. Millones de inmigrantes, la revolución educativa de Sarmiento, caminos, trabajo, progreso, todo se hizo en esos años. La Argentina, con muchos brazos y muy pocas herramientas, se transformó en un gran país.
Hoy tenemos todas las herramientas y los mismos brazos. Si antes se pudo, ahora también.
Paolo Barbieri
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