Domingo 28 de Junio de 2020
Justo hoy, el día que comenzó a circular un video de Diego, se cumplen 34 años de los goles más recordados en la historia del fútbol argentino. Hace 34 años gritamos el gol con “la mano de Dios” y nos emocionamos hasta las lágrimas con “El Gol del Siglo” y una actuación fenomenal, inolvidable de quien es considerado por muchos como el mejor jugador de todos los tiempos. “Era más que ganarle a un equipo de fútbol. Era ganarle a un país. Hace 4 años murieron muchos pibes argentinos. Para mí esto era una revancha... Un carajo iba a ser un partido más”, dijo luego el 10. Escribió Eduardo Sacheri, “En ese partido había mucha rabia y dolor, mucha frustración acumulada. Y Diego los humilló, los robó. Les revolvió un afano por otro, por el más grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Pero hubo más... porque salió de su propio campo con la bandera, aunque nadie la veía. Y los desparramó para siempre. Para que no se lo olviden nunca...” Hoy, justamente hoy, cuando un video casero circula de mano en mano y muestra a Diego bailando dentro de su círculo íntimo y cometiendo la desfachatez, el descaro, de mostrar su cola, un día como hoy pero de hace 34 años desparramó a Hoddler, Reid, Sansom, Butcher, Fenwick y Shilton. Y saltan unos y otros. Los que reprueban con severidad su comportamiento en la vida, lo juzgan y obligan a ser el ejemplo, sin entender que Diego es simplemente un ser humano, con las debilidades y grandezas que entraña esa condición. Y los otros, los que entienden que a Maradona hay que juzgarlo por todo lo que nos dio dentro de una cancha de fútbol. El gran prestigioso periodista Guillermo Blanco, una de las personas del ambiente futbolistico que más conoce al nacido en Fiorito, alguna vez dijo “el verdadero Diego se quedó adentro del otro. Y es difícil salir de donde lo puso el mundo, y que también se puso él. Donde se le dio caviar cuando lo necesitó, lo sacó de la mesa cuando le hizo falta y cuando le fue negocio lo volvió a tener”. Hoy hablan de él los unos y los otros. “Qué asco el video”, “es una vergüenza”, son algunas de las cosas más suaves que se escuchan o leen en las redes sociales. Desde “Sin Anestesia” nos preguntamos, ¿quién es quién para juzgar? ¿Quién está libre de pecado para arrojar la primera piedra? ¿Quién se considera tan sabio como para dar consejos y establecer pautas morales a los demás? Al ver las imágenes del video en cuestión la sensación que sentí fue la de bronca. Impotencia. Porque los que están más cerca del 10 son los que menos lo cuidan. Sólo eso. Me quedo con lo que nos regaló cada vez que se puso la camiseta argentina. Me quedo con lo que fue como jugador, lo que hizo en los terrenos de juego, el lugar donde había que juzgarlo. ¿O acaso no se juzga a un actor por lo que hace en un escenario o a un músico por su voz? Los unos y los otros. Ellos que sigan difundiendo este video y se llenen la boca de odio y sigan juzgando. Yo seguiré emocionándome cada vez que lo vea salir desde atrás de la mitad de la cancha con la camiseta azul y la bandera (que no se ve) en una de sus manos. Me van a tener que disculpar. Mauricio Fernández Carranza.
