Lunes 30 de May de 2016
En la jornada de ayer, domingo 29, en silencio pero con algo de nostalgia y mucho orgullo, el fútbol de 9 de Julio recordó una de sus páginas más gloriosas, como es el ascenso del Club Atlético Once Tigres al entonces Torneo Argentino B, conquistado un 29 de mayo de 2011, en la ciudad de General Pico, provincia de La Pampa, ante Alvear FC por 1 a 0, y luego de una victoria por 2 a 1 en nuestra ciudad.
Los tiempos fueron desencadenando distintos sucesos que derivaron en que aquel escalón tan importante que supo tener el fútbol de nuestra liga se perdiera, contexto en el que no es un dato menor la cuestión económica, que favorece siempre a los clubes de las máximas categorías, en detrimento de los del interior.
No obstante, el logro en sí mismo es inalterable e inolvidable por el proceso que posibilitó su concreción, ya que conjugó no solamente excelencia deportiva con esfuerzo, sino también una colaboración y apoyo total de todo el fútbol del distrito para que el sueño se hiciera realidad.
Ya en esa categoría superior adquirida, el fútbol de 9 de Julio fue llevado a los más altos niveles de trascendencia a nivel nacional, y aquel representativo de todos, vestido con los colores de Once Tigres, hizo rendir a sus pies a los equipos más poderosos de la Provincia, en epopeyas inolvidables y que se disfrutaron a pleno por multitudes.
No vale la pena repasar los acontecimientos que, en contrapartida de los positivos, derivaron en una instancia marcada por el desinterés y cierto egoísmo.
Bien vale quedarse con lo primero como gran ejemplo de la lucha por un sueño y el plus que puede entregar que ese mismo objetivo sea compartido por todos.
A la distancia cronológica de un acontecimiento tan grato, que por ello se convierte en reciente y cercano, vaya el abrazo y la felicitación eterna para todos quienes lo hicieron posible.