Sábado 21 de Diciembre de 2013

Los impuestos que paga la soja 2013/2014

Un informe elaborado por la revista Márgenes Agropecuarios revela que al final de la actual cosecha de soja, el productor solo percibirá 55 US$ por hectárea, mientras que el Estado se llevara la suma de 771 US$/ha.

Tanto el reacomodamiento en baja de los precios internacionales como las proyecciones de menores rindes, impactan negativamente sobre los resultados y muestran claramente que el sistema tributario adolece de errores de diseño que no resisten la más mínima baja en los precios de exportación o de los rindes.

Los precios internacionales de la soja ya no se mueven en un rango de 500 a 600 US$/Tn., como en 2012 y buena parte de 2013, sino que están unos cuantos escalones más abajo.

El precio FOB para la posición mayo/14  está en el orden de 478 US$/Tn. y sobre esta base, se evalúan los resultados y la carga de impuestos para la soja en la zona núcleo del Norte de Buenos Aires.

Por el lado de los rindes, el patrón climático que se está instalando es el de un ciclo seco, con lluvias mas errática,  incluso en las zonas más productivas. La falta de humedad para las siembras y los magros pronósticos para los próximos meses constituyen una complejidad adicional.

 

PROYECCIONES DE RESULTADOS

La evaluación de los resultados del productor  arranca con el precio FOB, que al momento de escribir estas líneas se estima en 478 US$. Una vez deducidos los derechos de exportación y los gasto s de exportación, se llega al precio FAS teórico (296 US$/tn que está en línea con el FAS de mercado).

Desde el ingreso bruto para un rinde de 34 qq/ha hasta el margen bruto, las cifras son conocidas y no muy distintas de un campo a otro (salvo por la distancia a puerto). Pero las cuentas no terminan en el margen bruto. De ahí para abajo habrá que computar los gastos de estructura y administración, que son muy dispares. También son dispares el Impuesto Inmobiliario y la Tasa Vial, en tanto que el impuesto sobre débitos y créditos bancarios es proporcional al ingreso.

Del resultado neto, que para el caso se estima en 122 US$/ ha, se deduce el Impuesto a las Ganancias o el Impuesto a la Ganancia Minima Presunta (el mayo de los dos), el impuesto sobre Bienes Personales y los saldos irrecuperables de IVA (que se comentan mas adelante). De tal forma se llega al resultado final, estimado en 55 US$/ ha.

Para los precios y costos expuestos el rinde de indiferencia se sitúa en el orden de 32 qq/ha. Por debajo de ese nivel de rindes, habrá quebrantos para el productor.

Para otras zonas productivas, con otros rindes, con mayor distancia a puerto y valuaciones fiscales diferentes, las proyecciones de resultados podrán variar ligeramente (el rubro fletes agrícolas seguramente será más alto, en tanto que el impuesto inmobiliario podrá ser algo mas bajo) pero globalmente el impacto tributario (sobre el ingreso y sobre los resultados) es muy similar.

CIFRAS IMPACTANTES

Frente al resultado que queda en manos del productor, del  orden de 55 US$ /ha luego de haber pagado todos los impuestos, el monto que queda en manos del  Estado, por suma de impuesto       (nacionales, provinciales y municipales), puede estimarse en 771US$/hectárea para el mismo planteo productivo.

No es error de tipeo, 55 US$/ha., quedan en manos del productor y 771 US$/ha., son para el Estado.

Si uno tuviera un socio que se lleva el 93% de la torta, sin correr ningún riesgo y sin haber aportado capital circulante, lo mas probable es que uno estaría a escasos días de deshacer una sociedad tan poco equitativa. El 93% del resultado global (productor mas Estado) es lo que se lleva el Estado. Y se lo apropia en muchos caso antes de que se haya iniciado la siembra, independientemente de que haya resultados recortando las posibilidades de inversión en tecnología y de reposición de nutrientes.

Mas allá de las cifras, que son escalofriantes, lo que  importa es como varían los resultados del productor y la suma de impuestos ante distintos rindes y ante variaciones en los precios internacionales.

Para el planteo base las proyecciones están referidas a un rinde de 34qq/ha. La mayor parte de los planteos sojeros de la zona núcleo apuntan a rindes mayores, pero en vista de los cambios que se están verificando en el patrón climático, a la hora de realizar proyecciones de resultados, más vale ser prudentes y no gastar a cuenta.

En el análisis de sostenibilidad el rango de rindes es de 32 a 40 qq/ha, con la cual la mayor parte de las situaciones están comprendidas en la evaluación.

En lo relativo a precio FOB el planteo base está referido a 478 US$/ Tn, para la posición mayo/14 en tanto que  en el análisis de sensibilidad se evalúan resultados para un rango de 440 a 500 US$/ Tn. El límite inferior no debe destacarse, en vista de que los mercados internacionales tienen un posicionamiento  bajista para 2014/2015, en tanto que el límite superior parece poco probable en contexto actual.

Esto es  consecuencia de que la mayor parte de los impuestos esta “colgada” del precio y del flujo de fondos,  independientemente de los resultados que eventualmente se logren. Se inscriben en este rubro los derechos de exportación, el impuesto sobre ingresos brutos, la tasa de sellos, el impuesto sobre débitos y creidtos bancarios y las retenciones de IVA. Otro tramo de impuestos es fijo (Inmobiliario Rural, Tasa Vial,  impuesto sobre bienes personales y el impuesto a la ganancia mínima presunta). Para el planteo analizado, solo el 5.5% del total de impuestos, deriva del impuesto a las ganancias, en la eventualidad de que haya ganancias (en el caso de que no las hubiera, se paga GMP).

LA SUMA DE IMPUESTOS

Los derechos de exportación, son por lejos el gravamen de  mayor peso. Del  total de impuestos (771 US$/ha) las retenciones contribuyen con 569US$/ha.

El impuesto inmobiliario, con casi 82 US$/ha, sigue en importancia. El monto es muy variable según la valuación de cada partida catastral, e incluso puede ser mas alto, a partir de la instrumentación  de un adicional complementario (derivado de  un recalculo del monto para la suma de partidas catastrales que tuviera cada productor).

El Impuesto a las Ganancias es el tercer tributo en la lista, con 42,8 US$ /ha. Si se compara el monto tributado por retenciones, con el de ganancias surge claramente el mal diseño del esquema tributario. Las retenciones están “colgadas” del precio de exportación y contribuyen decididamente a que no haya ganancias o que estas sean muy magras.

El Impuesto a las Ganancias es el que más debería aportar a las arcas fiscales pero no por un aumento de alícuotas, sino por una mejora en los resultados (léase que no haya retenciones).

En lo relativo al impuesto a las ganancias, existen  múltiples pagos a cuenta, que en total suman 33US$/ ha. (retenciones de IVA, retenciones sobre ventas y parte del impuesto sobre créditos bancarios). A eso se suman los anticipos de ganancias, que  se calculan en base a los resultados del año anterior. De tal modo, entre pagos a cuenta y anticipos es más que probable que mucho antes de que eventualmente se logren ganancias, hayan ingresado a las arcas fiscales montos superiores a los que luego habrán de determinarse. Esta forma de tributación resta capital de giro y atenta contra las posibilidades de lograr resultados.

El Impuesto sobre la Ganancia Minima Presunta (GMP), es otro impuesto que debería derogarse. Se calcula en base a la valuación fiscal o al valor de compra actualizado y se aplica en los casos en los cuales no hubiera ganancias o cuando el monto (del impuesto a las ganancias) fuese menor al de GMP. Para el caso, de la estimación de GMP es de 37,3 US$/ ha.

La suma de tributos se completa con el impuesto sobre los ingresos brutos, sellos impuesto al cheque, con el impuesto sobre los bienes personales (que tiene una base de cálculo diferente según se trate de personas físicas o jurídicas) y las cargas que se pagan sobre la nomina salarial.

Los impuestos incluidos en el gasoil es otro rubro que habitualmente  no se toma en cuenta, pero en vista de la gravitación del gasoil en los costos del agro, el tema no puede pasarse por alto.  Si además de lo consumido por los equipos de siembra y pulverización, se incluyera lo consumido por los equipos de cosecha y por los camiones que transportan el grano, el monto seria sensiblemente más alto.

Un párrafo aparte merece el  IVA, un impuesto que teóricamente debería ser neutro, pero que, en virtud de tasas asimétricas no es neutro. Las ventas de granos están gravadas a una tasa de 10,5%,  en tanto los costos están gravados a tasas de 21%( salvo fertilizantes,  laboreos contratados y cosecha, que tiene una alícuota de 10,5%). En vista de que el IVA compras es mayor al IVA ventas, se generan saldos irrecuperables, que para el caso se estiman en 14,9 US$/ha.

También desde lo financiero el IVA genera problemas, en vista de que el productor no cobra la totalidad del IVA ventas, sino que una parte es retenida y otro tramo esa sujeto a devolución.

Es muy posible que, ante la faltad de ajuste por inflación, los saldos irrecuperables de IVA sean menores (en  vista de que los costos son previos a los ingresos)  y que, por el mismo motivo, el impuesto a las ganancias sea algo  mayor.

LAS SIEMBRAS EN CAMPOS ARRENDADOS

Para el caso de que la siembra de soja se realice en campos arrendados (con un arriendo del orden de 15 qq/ha), la suma de impuestos (entre lo que paga el arrendador y lo que paga el arrendatario) es mayor a los cálculos precedentes que corresponden a siembras en campo propio.

La suma es más alta por el hecho de que  en Provincia de Buenos Aires los arrendatamientos están gravados a una tasa de 6% (lo paga el arrendador en el caso fuera una persona jurídica o fuera una persona física con más de tres campos arrendados). Existe asimismo una duplicación parcial en el impuesto sobre débitos y créditos bancarios y se agrega el costo de sellado del contrato de arriendo.

El impuesto a las ganancias (sumando lo que pagan unos  y otros) posiblemente sea mayor, en vista de que, cuando se cede un campo en arrendamiento, bajan los gastos de estructura (para el propietario). Los costos de administración de la siembra ( por parte de los arrendatarios) son comparativamente más bajos, en vista a que habitualmente se manejan estructuras más livianas y de mayor competitividad por escala.

EN SÍNTESIS

El diseño de sistema tributario no resístela mas mínima baja en los rindes o en los precios internacionales. La asimetría entre lo que le queda al productor y lo que se lleva el Estado es total. El tema merecería una urgente revisión.

El sistema tributario debería estar centrado en el impuesto a las ganancias, las retenciones debería tener un cronograma de reducción de alícuotas, para que exista la posibilidad de lograr resultados en un contexto de precios internacionales más bajos, el IVA debería ser neutro, el IGMP debería derogarse.

Es muy posible que buena parte de los productores proyecten  rindes mayores a 34 qq/ha en la zona núcleo, pero aun  con rindes de 36, 38 o 40 qq/ha., la asimetría persiste, tal como se desprende del análisis de sensibilidad, mas aun en un contexto de precios en baja.

Prensa Sociedad Rural 9 de Julio

Fuente gráficos: Márgenes Agropecuario


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